AÑO DE EXPECTATIVAS

Expectativas, esa es la palabra que podría resumir mejor al año 2013 que puede ser el primer año de nuevas tendencias en algunos temas. 

El cambio de liderazgo en China, esperado para marzo, podría ser determinante por los ajustes que deberían hacerse a un modelo de crecimiento que parece agotarse. La crisis financiera europea, aún sin salida definitiva a pesar de los esfuerzos del Banco Central de la eurozona, donde países como España, con altísimos niveles de desempleo, no logran una solución que afiance la estabilidad y devuelva el crecimiento.

Se esperan nuevos liderazgos internos, sobre todo en Alemania y Francia, para avanzar con pasos más firmes a sustentar las nuevas bases de la unión, con menos soberanía en los países en asuntos fiscales y bancarios, pero con más probabilidades de recuperarse.

En los Estados Unidos, sabíamos que el abismo fiscal sería solucionado, pero quedó claro que el trillonario déficit presupuestario exigirá ajustes con metas a mediano plazo. Esto mantendría bajo el crecimiento, el dólar debilitado, y las tasas de interés aún bajas. Quizás más importante, será la esperada reforma a la libre tenencia de armas.

Por otro lado, en el Medio Oriente, las tensiones no logran calmarse, me refiero al caso de Irán y su carrera nuclear, al crónico conflicto Israel-Palestina, la guerra civil en Siria que ya lleva más de 60 mil muertos, y los problemas en Egipto. Los temas más críticos están en Irán y Siria, el primero porque involucra a Israel con efectos impredecibles, y el segundo por su gravedad y precedente para otras naciones parecidas.

En Asia, las tensiones provocadas por Corea del Norte, y últimamente la disputa entre Japón y China por las islas Sensaku o Diayu, han generado inquietud. Sin embargo, se debe esperar una moderación por otras prioridades.

Sin irnos muy lejos, la salud del presidente Chávez es un tema importante para Venezuela y Latinoamérica, por la influencia que ha tenido en países como Cuba, Nicaragua, Argentina; y por su liderazgo político en la ALBA y en el Socialismo Siglo 21. La ausencia permanente del Presidente generaría una transición difícil, la que dependerá principalmente de la capacidad del oficialismo de mantenerse obediente a los últimos deseos de Chávez, la influencia de las Fuerzas Armadas, y el nivel de pragmatismo del sucesor en caso de ganar las elecciones el vicepresidente Maduro. En caso contrario, la comunidad internacional sería determinante, y la oposición tendría la oportunidad de capitalizar los errores.

En Chile, se espera que en este año se defina el fallo del tribunal de La Haya sobre los límites marítimos con Perú, y las candidaturas presidenciales para las elecciones del 2014. Lo más esperado es la confirmación de la señora Michelle Bachelet como candidata, que en caso de participar, es muy probable que sea reelegida.

En Ecuador, la elección presidencial de Febrero es clave. En caso de una reelección del actual presidente, su éxito dependerá de la capacidad de reflexión y adaptación a las renovadas expectativas de todos los sectores sociales, de lo contrario, las alternativas más fuertes quedarían muy potenciadas para el 2017.
Muchas expectativas para un año tan joven, pero cada día será testigo de su madurez.

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