El siglo 21 está lleno de desafíos conocidos y desconocidos, pero la humanidad comparte un destino común: superpoblación, cambio climático, deterioro de ecosistemas, altos niveles de pobreza y desigualdad, corrupción, desconfianza y tremendos conflictos religiosos y étnicos. Para enfrentar estos problemas, las acciones parecieran estar en nuevas fórmulas de cooperación global, nuevos sistemas de gobernabilidad y regulación mundial, desarrollo de energías renovables y conciencia de uso más eficiente de la energía y de los ecosistemas, reducción de pobreza y estabilización de la población.
Algunas tendencias han sido positivas, el fortalecimiento del sector social en los últimos años, pero mayor conciencia y limitaciones son esperadas en relación a la emisión de carbono, y muchas organizaciones han iniciado programas respecto a reducir pobreza o dar más acceso a agua limpia y sistemas de salubridad. Sin embargo, todo es incipiente o insuficiente aún.

La sostenibilidad no es bien entendida. Usualmente se la concentra en el tema ecológico. Sin embargo, el mundo debe ser sostenible ambiental y socialmente, y para lograrlo, las empresas también deben ser parte de las soluciones.
¿Que rol deben asumir las empresas para acelerar este proceso? Al menos 7:
1. Entender el funcionamiento de las sociedades, las tendencias y los mercados, e identificar oportunidades para innovar y crecer hacia un mundo más sostenible como parte de sus estrategias de negocios.
2. Participar en el debate social y ambiental de la misma manera en que participan en el económico y financiero.
3. Medir su desempeño a largo plazo con enfoque de triple resultado: económico, social y ambiental.
4. Rendir cuentas a la sociedad como a sus accionistas, garantizando también su licencia social para operar.
5. Garantizar sistemas de gobernabilidad corporativa transparentes y confiables.
6. Protagonizar alianzas, con gobiernos, organismos multi-laterales, sociedad civil, para crear negocios inclusivos, que incorporan comunidades de bajos ingresos, al igual que pequeñas y medianas empresas (pymes), a cadenas productivas más grandes y formales para satisfacer necesidades crónicamente insatisfechas de manera rentable para todos.
7. Innovar tecnología, limpia y efectiva, de manera abierta y global
Hace poco escuché a Al Gore mencionar que la confianza en los políticos es un recurso renovable, pienso lo mismo de mis colegas empresarios, y en este cambio de casi 180 grados, aunque sea gradual, es una oportunidad de demostrarlo.

 

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