DESEMPLEO Y CORRUPCIÓN

Con el pasar del tiempo las preocupaciones y prioridades en la conciencia de los ecuatorianos comienzan a cambiar, y no es difícil entender porqué las dos principales preocupaciones, por sobre la crisis sanitaria, son el desempleo y la corrupción.

Así lo expresa la última encuesta Ipsos sobre la situación del Covid19 en Ecuador, y no es que la preocupación sobre los rebrotes o agudización de contagios en algunas regiones del país no generan preocupación, simplemente las personas se han ido ajustando a la situación, y lo nuevo comienza a ser más inquietante frente a la creciente incertidumbre.


De esta forma, la pérdida del empleo de 2 de cada 10 personas durante la emergencia, y los sucesos de corrupción que han salido a la luz pública provocan que 9 de cada 10 personas sientan que la corrupción ha aumentado respecto al año pasado así como el riesgo de ser presionados por ella.

Dado que el desempleo creciente genera pesimismo frente a la recuperación esperada, y considerando que el país ya venía de una recesión antes de la pandemia, no es raro que exista una desmotivación en los consumidores con efectos en menores ventas para las empresas, ya sea grandes, medianas o pequeñas.

Hay la percepción mayoritaria de que los precios de alimentos han aumentado, el 74% de los consumidores prefieren productos de precios mas bajos, 50% han cambiado sus prioridades de gastos y el 62% estaría dispuesto a pagar más por un producto amigable con el medio ambiente. También se confirma que las personas además de ahorrar dinero y mejorar sus hábitos de higiene, ejercicio y vida saludable, buscan nuevas opciones de financiamiento y mejoras en herramientas de comunicación y educación online.

Por los temas de corrupción de dominio público, la desaprobación de gobiernos y funcionarios se ha deteriorado al igual que ha aumentado la desconfianza en varias instituciones con excepción de la iglesia, la empresa privada y los militares, que se mantiene cercana al 50%. Esto provoca que la sociedad civil sea escogida con creciente expectativa como la institución que saque adelante el país, con el 65% de las personas encuestadas.

Si bien este proceso es dinámico, y cambia en función de nuevos sucesos o experiencias, es preciso hacerse cargo de estos dos temas y generar algunas buenas noticias que den algo de alivio y positivismo en la gente. Esto es posible aprovechando los problemas para construir oportunidades.

Primero, combatir el desempleo con un programa masivo de apoyo a la reinserción laboral y generación de emprendimientos productivos para dinamizar el mercado de trabajo, junto con agilitar líneas de crédito blandas directas para este propósito.

Segundo, no dejar en impunidad tanta sinvergüencería e imponer castigos ejemplares a los delincuentes de la pandemia.

Un artículo de GestiônSustentable

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