¿Cómo crecer sostenidamente por varios años para generar empleo, bienestar y calidad de vida?

Para esta pregunta no hay una sola respuesta.  Cada país debe encontrar su propia versión y probarla, ajustarla, volver a ajustarla, y perseverar hasta que tome tracción.

Sin embargo, algunos casos como Chile y Panamá en Latinoamérica, China y otros países asiáticos, o India, sugieren ciertos elementos comunes:

No es posible crecer alto y sostenido sin una macroeconomía equilibrada.

Tampoco sin mensajes y medidas claras de cuál es el modelo que sustenta el crecimiento. Cuando lo anterior convence, es necesario dar cierta certeza de continuidad.

Los resultados aseguran la durabilidad del modelo, genera confianza, se auto alimenta, evoluciona y crea un círculo virtuoso para las inversiones, el consumo, el empleo, y el bienestar. Estos elementos sugieren que no hay milagros, ni rutas cortas. Si se menosprecia el tiempo y se sobre estima algunas decisiones en poco tiempo se pierde credibilidad, y el proceso que empezó con entusiasmo se desmorona como un castillo de naipes.

El caso chileno empezó a fines del 73, se hizo un ajuste macroeconómico severo, definieron un modelo, implementaron reformas estructurales, y perseveraron en estas hasta hoy, más allá si el gobierno es de derecha o izquierda.

Los resultados no fueron inmediatos, de hecho la apertura comercial generó un fuerte golpe para ciertas industrias, pero en el tiempo ha sido impresionante la reducción de pobreza, el crecimiento de la producción, el empleo y el mejoramiento de la calidad de vida.

“El principal ingrediente ha sido la persistencia en un modelo bien concebido”

Obviamente, con ciertos altos y bajos y muchos sacrificios. El principal ingrediente ha sido la persistencia en un modelo bien concebido que sobrevivió al menos 3 intentos de echarlo abajo por las crisis del 74, del 82, y del 91.

La década de oro chilena de crecimiento sostenido sobre 7% fue entre el 86 al 96, resultado de una espiral de confianza que permitió que las oportunidades superaran las crisis puntuales. Actualmente el país está transformando la matriz energética, reduciendo sustancialmente la brecha hacia la auto suficiencia, con una estrategia basada en fuentes renovables no convencionales, aprovechando fortalezas naturales como la energía solar y geotérmica generando inversiones que crecen exponencialmente.

Ecuador puede establecer algunos elementos adicionales a los ya realizados, como insistir en equilibrar su macroeconomía, acelerar la agenda de Productividad para aumentar el crecimiento potencial, y fortalecer la promoción de inversiones a través de oportunidades únicas que el país ofrece en sectores con ventajas comparativas como la agroindustria exportable, la minería sustentable, el turismo, junto con la infraestructura física y talentos que estos requieren para sostenerse a largo plazo.

Artículo publicado en diario El Comercio de Ecuador.

2 Comments

  1. Octubre 9, 2018 at 2:57 pm

    Bien Roberto, muy acertado tu artículo, lo suscribo plenamente.
    Cordiales saludos,

    Eduardo Morales Verdugo
    Revista LIGNUM


  2. http://Marioginfante Octubre 23, 2018 at 1:45 am

    Excelente y muy asertivo


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