Los próximos cuatro años son parte de una época de transición vertiginosa hacia un nuevo orden nacional y mundial. En lo local, existe una enorme expectativa respecto a reunificar el país, eliminar la corrupción, mayor inclusión social y volver a crecer

A nivel global, dominan la multi-polaridad del poder, y la velocidad en los cambios tecnológicos, políticos, culturales, ambientales, sociales, económicos.

Por primera vez Estados Unidos lidera el proteccionismo mientras China la globalización, el dólar seguirá fuerte, la migración global aumenta, las drogas que antes eran malas hoy se legalizan y alimentos antes buenos hoy se satanizan.

El petróleo seguirá a precios de 50 dólares el barrril, las tecnologías renovables reducirán más sus costos, y la economía baja en carbono de a poco se impone mientras el internet y la automatización avanzarán imparables.

En este contexto, el Ecuador se ha mantenido dolarizado, pero endeudado, petróleo dependiente, con baja competitividad, sin atractividad relevante para inversión, con serio déficit en lo fiscal, problemas estructurales en la Balanza de Pagos internacionales, y un Banco Central debilitado en sus cuentas y reservas.

Como será fácil deducir, la situación es muy difícil a pesar de las positivas señales iniciales del nuevo gobierno.
Pero hay fortalezas sobre las cuales sustentar una estrategia exitosa.

El avance en la infraestructura del país (puertos, carreteras y energía ); riquezas naturales, como el suelo agrícola y forestal, productos del mar, minería; y el potencial en turismo, pueden constituir bases para un plan país que haga su economía sustentable.

Hay 3 habilitadores en problemas: Desbalance macroeconómico, falta de competitividad y desconfianza.
Un importante ajuste debe realizarse en lo fiscal, evitar financiar gastos corrientes con deudas costosas o reservas del Banco Central, refinanciar la deuda cara, darle competitividad al aparato productivo, exportar, respetar los contratos y atraer inversiones.

Lo más complejo a corto plazo es estimular crecimiento sin gasto de gobierno importante, y exportar más a pesar del dólar fuerte.

Lo primero exige dar señales potentes. Por ejemplo, una baja de impuestos sería un mensaje fuerte en el sentido que el gobierno no será el único motor del crecimiento, lo que puede provocar una “contracción fiscal expansionista” por la respuesta de un mayor consumo e inversión privada, motivados por la mayor confianza, que más que compense la menor recaudación, este fue el caso de Irlanda en los ochenta.

Otra opción es estimular el sector de la construcción de viviendas, canalizando la liquidez del sistema financiero a través de créditos hipotecarios a largo plazo, generando una oferta de inmuebles que tendría fuerte aceptación por el lado de la demanda provocando aumento de empleos y los efectos expansionistas típicos de un sector dinamizador.

Para las exportaciones, el Ecuador debe iniciar una agenda para mejorar sustancialmente su productividad, para hacerlo competitivo, al menos en sectores con ventajas comparativas. El tema es que esto demora más que 4 años, por lo que lo primero debería ser priorizado.

(Artículo para diario El Comercio de Quito) 

2 Comments

  1. http://Eduardo%20Morales%20Verdugo Junio 14, 2017 at 1:35 pm

    Estimado Roberto,

    Como siempre muy interesante leerte, breve y conciso.

    Me queda la sensación de una muy componedora, casi condescendiente evaluación. Leyendo a a Harari, explica muy claramente como la protección de la familia y la comunidad en el siglo antepasado se cambio por la protección del Estado y el Mercado, así con mayúsculas, Tengo la percepción de que los gobiernos socialistas como los de Ecuador y Chile (porfiadamente en el poder) y otros tantos en A. Latina siguen conduciendo a sus economías y Estados manejando con el espejo retrovisor. Ya llegó la hora de introducir gestiones de gobierno mirando hacia adelante, Das Kapital se escribió en el siglo XIX,, el mundo cambió, los paradigmas han cambiado, es hora de ponerlo de relevancia.


  2. http://Ma.%20del%20Carmen%20Lapo%20Maza Junio 29, 2017 at 5:36 pm

    Estimado Roberto: Es un orgullo que un profesional de nuestra UCSG, sea tan claro para escribir. Además, son temas de actualidad donde tienes la facilidad para incorporar en tu análisis los aspectos macroeconómicos y los microeconómicos en el contexto de la sustentabilidad.
    Un abrazo Roberto.


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