CUANDO LO IRRACIONAL SE DESBORDA

Si defender los subsidios a los combustibles fósiles no tiene sentido, y puede hacerse protegiendo el bolsillo de los más pobres, entonces, ¿porqué el desborde de manifestaciones violentas e irracionales, que impiden la normalidad de un país que exige trabajo y necesita generar confianza?

Al menos cuatro elementos interactúan en esta situación. El momento del ajuste, la comunicación, la inmadurez política y el pobre capital social.

Hacer el ajuste en el momento de menor popularidad del gobierno es valiente, pero sobre todo osado, al tener que hacerse de un solo golpe. Si bien el presidente ha definido que quiere hacer lo correcto y no lo popular, las medidas tomadas, aún siendo correctas, no son fáciles de vender en un marco de influencia del FMI y sin sustentarse en un plan económico macro que entusiasme y gane aliados oportunos.

Sin embargo, la deplorable presencia de influencias extranjeras en las movilizaciones, junto al ataque a instituciones como la Contraloría, ha complicado el énfasis de la defensa de las medidas, restando espacio a buscar opciones para que las compensaciones sean suficientes no solo para las familias que reciben bono, sino para otras que también se sienten afectadas.

Pero con tantos días de vandalismo y sordera, queda claro que no hay capital social entre los ecuatorianos, ni capacidad de diálogo; por la inmediatez, las ansias de poder de unos o de recuperarlo de otros, el bajo nivel educativo de ciertos sectores, y el encerramiento en las posiciones de cada uno, defendiendo lo que les interesa o lo que les piden sus líderes, como unas imposibles elecciones anticipadas o la derogación de las medidas para quedar peor que antes, sobresaliendo más el odio que el bien común. Empresarios, sindicatos, sociedad civil, incluyendo los indígenas, y el gobierno, tienen un enorme hueco de confianza entre sí.

El capital social, basado en confianzas mínimas para cooperar en la solución de los problemas comunes, no se construye en épocas de crisis, sino mucho antes. Y cuando no existe, la vulnerabilidad del país es enorme frente a este tipo de situaciones, ya que la gobernabilidad es baja, y una parte de la sociedad puede ser manipulada por intereses mezquinos.

Llevamos 40 años con el mismo sistema político, haciendo lo mismo, mientras el mundo y el Ecuador han cambiado tanto, y necesitamos resultados diferentes. Por eso los jóvenes no creen en los líderes actuales ni en un sistema que requiere cambios estructurales desde la forma que se elige, el perfil de los candidatos, y la protección a la institucionalidad.

Cuando lo irracional de unos pocos se desborda, y complica a todos, se destruye la capacidad de construir un mejor país. Tenemos la esperanza que el diálogo supere la anarquía y salgamos fortalecidos a recuperar el terreno perdido.

Un artículo de #SustainableManagementIniciative

3 Comments

  1. http://Bolívar%20Alban Octubre 14, 2019 at 1:06 pm

    Falta indicar que durante los últimos 10 años, el socialismo del siglo 21 vino trabajando sistemáticamente en crear división social.


  2. http://Claus%20Elsner Octubre 14, 2019 at 2:42 pm

    Es impresionante lo frágil que es la aparente estabilidad en los países en America Latina. Ya se perdió una década y parece que perderán otra. Las consecuencias de los gobiernos de izquierda populista que gobernaron por muchos años, dejan a los países en condiciones muy complicadas para el gobierno sucesor. Tristemente comenzó con Argentina, Perú (caso especial) y Bolivia que es el próximo candidato. De Venezuela ni hablar.


  3. Octubre 20, 2019 at 3:00 pm

    Estimado Roberto, tienes razón no existe el famoso tejido social en Ecuador se evidenció en estas últimas manifestaciones del movimiento indígena la injerencia de ideologías comunistas, progresistas o como las quieran llamar, evidenciado el odio entre clases sociales de ricos, pobres y clase media dando como resultado la desconfianza total de los ecuatorianos en sus autoridades e instituciones, producto de estas últimas medidas económicas de quitar el subsidio a los combustibles en una época no propicia pero influenciada directamente por el FMI, sin pensar en compensaciones hacia los sectores más vulnerables y como tu describes en tu columna del periódico debían ser graduales y localizadas de manera que se baje el déficit fiscal que es un gran problema, pero hay que solucionarlo a como de lugar y estoy fe acuerdo con la revisión de los combustibles. Lo otro el vandalismo quedó evidenciado que en el pais esta operando el Foro de Sao Paulo a través del G2 fomentando la desestabilización del país para provocar elecciones anticipadas y poder tomar el poder a través de la vía democrática ofreciendo todo y de todo para todos osea el populismo en su máxima expresión, saludos y un abrazo


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